Escaleras, ¿buenas o malas?

¿Te has parado a pensar alguna vez qué según el tipo de escalera, subes y/o bajar mejor o peor los escalones? Pues con los animales pasa igual, según qué raza, su anatomía no está diseñada para subir y bajar escaleras.
La mayoría damos por sentado la capacidad de nuestros perros para subir y bajar escaleras, especialmente si las tenemos dentro de casa.
Desde cachorros los perros aprenden a abordar las escaleras sin dificultad, dejándonos alguna que otra estampa divertida, convirtiéndolo en algo habitual en su rutina diaria.
Sin embargo, para algunos perros, las escaleras pueden suponer un problema., debido a su tamaño o estructura. También van a entrar en juego la altura de cada paso, la altura e inclinación del escalón, así como el número total de escalones.
Para que os hagáis ideal, la altura ideal del escalón para una perro, es aquella en la que el peldaño es un poco más alto que la altura de su carpo (nuestra muñeca)
- Razas de perros pequeños: Los perros muy pequeños pueden tener problemas para abordar los tramos de escaleras debido a su pequeño tamaño, y lo que para nosotros es un procedimiento sencillo, para ellos puede parecer el equivalente a escalar una montaña.
- Presencia de lesiones y/o problemas temporales: Cuando un perro se lesiona o se somete a un procedimiento quirúrgico en alguna extremidad o en la columna vertebral, va a sufrir un cambio en su biomecánica, por lo que, hasta que se haya recuperado del todo, le va a resultar difícil enfrentarse a las escaleras.
- Perros con una conformación diferente: Los perros con espaldas largas y extremidades cortas, como el Teckel o el Bassett Hound, son más propensos a sufrir lesiones en la columna vertebral, ya que, debido a su anatomía, su espalda no está preparada para el impacto de vaivén que se produce al subir y bajar escaleras.