¿Sabías que el propósito más importante del espolón es ayudar a estabilizar el carpo?

Seguro que más de una vez te has preguntado para qué sirve ese “dedo colgante” que tiene tu perro.
Ese pequeño dedo, conocido como espolón, que se encuentra en la cara interna (medial) de las extremidades delanteras, generalmente no hace contacto con el suelo, por lo que puede parecer no funcional, pero cuenta una historia diferente si observas a tu perro cuando está en movimiento.
Curiosamente, cada espolón está unido a cinco tendones, que a su vez están unidos a un músculo, lo que sugiere que los espolones tienen algún tipo de funcionalidad:
- Cuando un perro corre, los espolones rozan el suelo y evitan que las extremidades se tuerzan y sufran otras lesiones. Ayudan a proporcionar tracción adicional para estabilizar la articulación del carpo.
- Cuando un perro gira, el espolón toca en el suelo para sostener las estructuras de la extremidad inferior y evitar que ésta se doble.
- Algunos perros usan sus espolones para sujetar objetos (por ejemplo, huesos) o como ayuda para salir del agua o correr sobre una superficie resbaladiza.
Al contrario de lo que ocurre con lo espolones de las extremidades anteriores, los espolones de las extremidades posteriores generalmente solo se adhieren a la piel, en la superficie medial del tarso, no tienen tendones asociados y se consideran no funcionales.
Se cree que los espolones traseros en razas trepadoras como el San Bernardo y los Grandes Pirineos los ayudan a escalar terrenos difíciles.
En raras ocasiones, es posible ver dos espolones en la misma extremidad(doble espolón).
Al contrario de lo que se piensa, no hay ninguna razón médica para la extracción del espolón, a menos que haya una lesión o una enfermedad que así lo requiera.